Antes de iniciar 2018, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) presentó su informe sobre la competitividad internacional de México: “Memorándum para el presidente”. Los ensayos que acompañan al informe son un compendio de recomendaciones de política pública para mejorar en este rubro.
Dicho esto, este informe también puede ser un memorándum para nosotros, la comunidad emprendedora, porque en cada falla del Estado, en cada carencia de nuestra economía, hay oportunidades.
1. La inseguridad es uno de los grandes males
Ello implica que familias, empresas y gobiernos municipales y estatales estarán ávidos de soluciones costo-efectivas. Desde cámaras de seguridad y soluciones de domótica, hasta negocios de inteligencia de datos para ayudar a las autoridades a prevenir el crimen y encontrar a los culpables, ahí hay una veta de negocio.
2. Sectores de energía (tanto en hidrocarburos como en electricidad)
Necesitamos ser más eficientes, desde la generación eléctrica con energías limpias hasta los servicios a hogares y empresas para hacer un consumo más racional. La liberalización de merca- dos de energéticos, desde el gas de uso doméstico y las gasolinas, son oportunidades para quienes quieran hacer las cosas mejor que los mono-oligopolios tradicionales.
3. La crisis de pensiones
Esto aqueja a grandes segmentos de la población, ricos y pobres, ante su envejecimiento. Las opciones de ahorro de largo plazo, desde inversiones en Afores, fondos bursátiles o el mercado inmobiliario, son vías para que los mexicanos podamos tener una vejez de mayor calidad.
Estos mercados tienen problemas de información y un emprendedor puede ayudar a los ahorradores a comprender la mezcla correcta de opciones de ahorro, inversión y los escenarios de riesgo.
4. La informalidad en el mercado laboral
Esto limita el crecimiento profesional de las personas y la productividad de las empresas. Los negocios de consultoría que ayuden a las pymes a encontrar planes de crecimiento razonables, cumpliendo con las leyes laborales y fiscales, y aprovechando todas las ventajas que el Estado ofrece para la formalización de los negocios, tendrán éxito.
5. Educación en ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas
Esta es una gran carencia que frena el crecimiento. Se necesitan emprendedores del sector educativo que se muevan hacia estos campos de conocimiento y otorguen herramientas de análisis cuantitativos a sus alumnos.
6. Enseñanza del idioma inglés
Si logramos que más mexicanos hablen esa lengua, tendremos un aumento en productividad y crecimiento económico. Un emprendimiento educativo con métodos probados para la enseñanza de soft skills, que enseñe a la gente a pensar por sí misma, a aprender durante toda la vida y a enfrentar la adversidad adecuadamente, puede hacer mucho bien a la sociedad, y también ser rentable.
En suma: los mercados pueden resolver muchas de las necesidades sociales que no ha podido resolver el Estado. El pesimismo es mal consejero: en las épocas difíciles, los emprendedores podemos triunfar, si nuestra óptica es la de resolver problemas de manera innovadora. México nos necesita, tanto o más que a un presidente que entienda y corrija estos problemas.
Fuente: Entrepeneur, columna de Manuel J. Molano, Dirctor General Adjunto en IMCO