A partir de este año en la Ciudad de México se cobrará el “Impuesto sobre Hospedaje” al contratar servicios de alojamiento o albergue móvil temporal en casas y departamentos, a través de apps como Airbnb y HomeAway.
Esto no implica que todas las personas que rentan sus inmuebles tengan que darse de alta en Hacienda por este concepto ni que tengan que pagar el impuesto directamente al fisco, la app lo hará por ti, explicó Enrique Velderrain, socio de Velderrain y Asociados.
El artículo 162 del Código Fiscal de la Ciudad de México señala que “de intervenir una persona física o moral en su carácter de intermediario, promotor o facilitador en el cobro de las contraprestaciones, y en caso que se cubra a través de ella lo correspondiente a dicho gravamen, ésta deberá ser quien entere el gravamen al fisco”.
Los intermediarios deberán inscribirse en el padrón correspondiente según su carácter para coadyuvar en el cumplimiento del pago del tributo, pero únicamente si recibe dinero por dichos conceptos, más no por una simple comisión, agrega.
El impuesto por la prestación de servicios de hospedaje que se aplica en la Ciudad de México es de tres por ciento sobre el monto que recibe la persona que renta el espacio para el alojamiento de personas.
Por lo que la conocida “tarifa de servicio” que cobran los intermediarios, en este caso Airbnb, a los anfitriones puede subir por el pago de este impuesto en comparación con el año pasado, cuando aún no se cobraba.
De acuerdo con información de Airbnb, esta tarifa incluye impuestos locales y otros como el IVA. Además de un costo por la tramitación de los pagos de los huéspedes y otro por el mantenimiento de la plataforma.
Por ejemplo, por la renta de un departamento durante un mes en la Ciudad de México, un huésped pagará 6 mil 617 pesos, de este total al anfitrión le descontarán 206 pesos, por el concepto de “tarifa de servicio” por lo que terminará ganando 6 mil 411 pesos.
Al cobrar esta tarifa, el anfitrión no tendrá que darse de alta en el fisco, pues el intermediario lo pagará directo al SAT. Aunque, si la plataforma que utiliza el anfitrión para promocionarse, no recibe pago, sí tendrá que registrarse y hacer el desembolso de impuestos correspondiente.
“Este tipo de impuestos sobre hospedaje por apps se han usado en ciudades de Estados Unidos. Creo que es bueno por dos razones, la legitimización del negocio de estos intermediarios en la Ciudad de México y que el impuesto nivela un poco la competencia con el sector hotelero, pues se ve en desventaja importante por todos los costos que debe pagar, respecto a una persona que renta una habitación o departamento”, dijo Velderrain.
Fuente: El Financiero