Cada empresa es única y cuenta con su propia personalidad, aunque dentro del giro existan otros negocios similares, por lo que es necesario darlo a conocer de manera efectiva para destacar
Diariamente nos encontramos con distintas marcas que ofrecen un mismo producto o servicio; con el paso del tiempo nos inclinamos por alguno en especial, tanto que automáticamente esta empresa forma parte de nuestra vida diaria, sin importar que se trate de un cereal, un refresco, un restaurante, etcétera.
La marca es lo que distingue a tu empresa de las demás, es el sello personal, el “toque especial” que hace que el cliente te elija a ti entre tantas alternativas y aunque apenas estés comenzando, tienes grandes oportunidades si sabes cómo hacer un buen branding, que es el conjunto de estrategias que te ayudarán a crecer tu marca.
Es importante que tu marca comunique efectivamente el propósito y la calidad de tu empresa, porque cuando un cliente googlea en busca de algún producto o servicio, de inmediato elige al que le suene más profesional y cercano a sus necesidades.
Si tu marca y la mezcla de mercadotecnia están bien construidas, tendrás más posibilidades de llamar la atención de tus clientes, por lo tanto, es necesario que cuides a detalle la imagen de tu empresa, ya que la estás dando a conocer a través del logotipo, cuando pasan por tu local y ven la presentación de tu producto, cuando escuchan a alguien hablar de tus servicios, así como cuando haces publicidad en redes sociales.
Por lo anterior, es necesario que realices una planeación estratégica para que la imagen corporativa y la línea editorial sean uniformes; de esta manera, no estarás enviando mensajes confusos a los clientes potenciales y será más fácil que se acerquen a tu empresa.
Para lograr el objetivo primordial, que es atraer mayor clientela, es necesario tener claro a qué se dedica tu empresa, qué necesidades cumple y de qué manera, es decir, cómo tu negocio ayuda a tus clientes a resolver un problema.
· Basa todos tus mensajes en la filosofía empresarial: Haz que tu misión, visión y valores sean un elemento de valor, que vaya más allá de un mero trámite organizacional. Piensa muy bien en dónde te ves dentro de un año y trabaja para hacerlo realidad. Emplea un lenguaje amigable, enfócate primero en los gustos e intereses de tu público meta y “haz click” con ellos de esta forma.
· Al promocionar tus servicios o productos, da ejemplos de cómo resuelves los problemas del cliente: No importa cuál sea tu giro, siempre háblale al cliente de cómo tu empresa satisface alguna necesidad, pero sin caer en las exageraciones ni las mentiras, esto sólo afectará tu imagen.
· Sé concreto: El cliente no necesita aprender la historia de tu empresa, por lo que si le mandas mensajes largos, perderá el interés, sin siquiera conocer los beneficios de comprar tu producto o servicio.
· De acuerdo con tu target, selecciona los medios en los que promoverás tu empresa: No a todos los públicos les llega el mismo mensaje. Piensa bien qué vendes y a quién, qué lenguaje utilizarás para que tu cliente capte el mensaje y se acerque a tu negocio.
· Escucha a tus clientes y haz mejoras de acuerdo a los resultados: No a todos tus clientes les parecerá una maravilla tu producto o servicio y eso es algo bueno, porque de esta forma podrás mejorarlo y elevar la calidad para ajustarlo a las necesidades de tu clientela. Si no los escuchas, ellos se irán, así de sencillo.
De igual forma es necesario trabajar la comunicación interna, para que tu personal sepa cómo atender tanto a tus clientes como a tus proveedores, reforzando así la imagen de tu organización y posicionándola en la mente de los consumidores.
Tus colaboradores deben sentir que el producto o servicio ofrecido es también de ellos, es decir, debes reforzar el sentido de pertenencia a la organización, sólo de esta forma se sentirán seguros.
Dar a conocer tu marca y posicionarte en el mercado no es tarea fácil, pero si sigues los pasos básicos, anteriormente enunciados, puedes comenzar con el pie derecho.
Es importante que cuando cierres la venta o te visite algún cliente, le preguntes cómo se enteró de tu negocio, de esta forma puedes medir el impacto de las distintas estrategias de comunicación que pusiste en marcha.
Conforme tu negocio vaya creciendo y te hagas de mayor clientela, conocerás cuáles son los mejores canales, qué necesita tu audiencia y todo respecto a la comunicación de tu marca.