El resultado de la inflación de abril está llevando a los grupos financieros a estimar una más agresiva política monetaria por parte del Banco de México para 2017, con alzas esperadas en la tasa de referencia de entre 0.25 y 0.75 puntos porcentuales en lo que resta del año.
Sin embargo, la mayor restricción monetaria que empezó desde el año pasado, ya se empieza a resentir en la demanda agregada y en el crecimiento económico de 2017 y por supuesto afectará más en 2018, coincidieron Sergio Kurczyn, director de Estudios Económicos de Citibanamex, y James Salazar, economista senior de CIBanco.
“Las tasas están subiendo ahorita, según Banxico, y su efecto grande en general se manifiesta entre 18 y 24 meses. Yo creo que el tiempo es menor, alrededor de 12 meses, me gusta como el periodo de impacto”, agregó Kurczyn.
“Hay que recordar que en 2016, sobre todo al final del año, subieron las tasas. Entonces el efecto de que pasaron de 3.00 a 5.75 por ciento es el que ya está impactando; y lo seguirá haciendo en la economía mexicana”, abundó en una charla con periodistas.
James Salazar comentó a Excélsior, que cada incremento de tasas se irá resintiendo poco a poco en el consumo y la inversión en la economía y en general en la demanda agregada.
En tanto, las economistas de Monex, Janneth Quiroz y Alessandra Ortiz, agregaron que con el alza de la inflación a 5.82 por ciento anual al cierre de abril, se reafirma la probabilidad de que el banco central del país incremente su tasa de referencia el 22 de junio, en 0.25 puntos porcentuales, con lo que se mantendrá la posición monetaria relativa entre nuestro país y Estados Unidos.
Argumentaron que la curva de rendimientos de las tasas de los bonos soberanos se presionó, registrando un mayor aumento en las tasas de corto plazo y un aplanamiento en las de largo plazo. Esto sucede cuando el mercado comienza a presionar para ver un incremento en la tasa de referencia.
EFECTOS
Los economistas de Citibanamex advirtieron que con el resultado de abril elevaron su proyección de inflación para el cierre de año a seis por ciento. Además, calculan que las tasas del Banco de México concluirán en diciembre en 7.25 por ciento.
“Ahora esperamos que Banxico suba la tasa de referencia en 25 puntos base la próxima semana y mantenemos nuestro escenario de aumentos de 25 puntos base en junio y en septiembre. Aún esperamos que el Banxico siga a la Fed durante el resto del año. De ahí que revisamos la previsión de la tasa de política al cierre del año a 7.25 por ciento desde 7.00 por ciento antes”, enfatizaron.
James Salazar reconoció que sí ha habido un incremento en la expectativa de que Banxico pueda elevar su tasa de interés el 18 de mayo, por el repunte de precios, “pero desde mi punto de vista el instituto central se esperará hasta junio. Esto por que las recientes alzas de precios están consideradas dentro de las presiones previstas de la primera mitad del año. Además, las expectativas siguen relativamente ancladas, incluso para el próximo año. En promedio el mercado está esperando que los precios se ubiquen debajo de cuatro por ciento”.
Gabriela Siller, directora de Análisis económico-financiero de Banco Base, considera que con la inflación de abril que superó las expectativas del mercado, de 5.82%, se están descontando dos incrementos: uno de 0.25 puntos porcentuales el 18 de mayo; y otros 0.25 puntos porcentuales el 22 de junio. De este modo la tasa objetivo subiría de 6.50 a 7.00 por ciento a mitad del año.
Fuente: Excélsior