Un Consejo Fiscal técnico y apartidista en el Congreso de la Unión, tal como lo propuso el equipo del gobierno que encabezará Andrés Manuel López Obrador, resulta más necesario, pues sería un contrapeso a cualquier exceso de la nueva política social que se pretenda implementar, pues daría certidumbre acerca de su viabilidad financiera.
Así lo afirmó Mariana Campos, directora de Gasto Público de México Evalúa, quien en entrevista con Excélsior explicó que la creación del Consejo Fiscal mandará un mensaje positivo a los mercados financieros, que están preocupados por los alcances de la nueva política social del nuevo gobierno, que incluye entre otras cosas duplicar y universalizar los apoyos a los adultos mayores, y brindar mayor acceso a educación y trabajo a los jóvenes.
“El Consejo Fiscal podrá servir de contrapeso al nuevo gobierno para analizar los cambios en la política social, y revisar la factibilidad financiera de esas políticas que pueden sonar positivas, pero de las cuales tenemos que ser realistas al momento de implementarlas. Me preocupa que la siguiente administración quiera ofrecer resultados inmediatos, por eso hay que tener cuidado de que esa presión no vaya a vencer la prudencia fiscal”, expresó
la experta.
Resaltó que ante las mayorías en el Congreso que alcanzó Morena, PT y el PES, ya no será necesario negociar ingresos, presupuesto y endeudamiento con el resto de partidos, por lo que el Consejo Fiscal mandará un mensaje serio a los mercados de que el nuevo gobierno no está interesado en cometer excesos con las finanzas públicas.
“En septiembre se tiene que nombrar a los encargados del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados. Si vamos a empezar la ‘cuarta transformación’, Morena no puede adoptar los vicios de sus antecesores de nombrar a los integrantes a partir de cuotas y cuates”, manifestó Mariana Campos.
Características
La especialista de México Evalúa propone que el actual CEPF se convierta en el
Consejo Fiscal.
“Este organismo debe estar en la Cámara de Diputados y en el Senado de la República, con autonomía similar a la de la Auditoría Superior de la Federación y con el tiempo, debe nutrir a las comisiones de todo el Congreso”.
Expresó que entre sus funciones debe estar revisar las propuestas y emitir una opinión pública de lo que se le solicite, analizar el costo de las iniciativas que se van a implementar en el gobierno, monitorear los principales indicadores de las finanzas públicas y proyectar las variables con las que se aprueba la Ley de Ingresos y el Presupuesto. “El Consejo Fiscal nos debe decir para cuánto nos alcanza en el corto plazo una determinada propuesta y su viabilidad financiera”.
Campos añadió que la operación de un Consejo Fiscal en diversos países, incluso, ha permeado hasta en los partidos políticos en épocas de elecciones. “Como son organismos que constantemente calculan cuánto cuesta cada propuesta de gobierno, en Australia, por ejemplo, ha motivado a que los partidos y candidatos no traten de ganar las elecciones con propuestas irrealizables”.
Endeudamiento
Mariana Campos afirmó que un Consejo Fiscal dará una nueva lógica en la responsabilidad hacendaria, en el sentido ayudaría a reducir la discrecionalidad del endeudamiento público.
“El Congreso no está revisando la pertinencia de los techos de endeudamiento. Entonces tenemos bajo crecimiento económico de manera reiterada y ellos de manera reiterada aprueban niveles de endeudamiento elevados. Luego, este techo de endeudamiento termina siendo mayor a lo que el gobierno presentó como déficit, que es lo que abre paso a un mayor gasto discrecional”, puntualizó Campos.
Finalmente, expresó que durante los últimos años, donde la deuda pública estuvo por encima de las metas, demuestra que tenemos un modelo obsoleto. “Requerimos un nuevo proceso: un techo fijo de déficit como proporción del PIB y que el Ejecutivo mande una lista de iniciativas de lo que va a financiar con deuda. No sólo buenas intenciones, sino una lista de proyectos detallados”.
Fuente: Excélsior