Desde el inicio de la Jornada Nacional de Sana Distancia impuesta por el gobierno para reducir el número de contagios y muertes por Covid-19, la economía se ha visto mermada por el cierre de gran parte de los comercios.
Desde las grandes empresas hasta el pequeño comerciante se han adaptado a estas nuevas formar de habitar y desarrollar nuevas formas de consumo. Acatar la sana distancia de por lo menos 1.5 metros entre personas hace que la gente prefiera quedarse en casa a cuidarse y cuidar de los suyos.
O bien, utilizar el servicio a domicilio, la compras en línea que algunos comercios han implementado para sobrellevar el estado de confinamiento. Sin embargo, el comercio de barrio, la tiendita, la carnicería, la farmacia, la ferretería, la panadería también le apuesta a seguir abiertos.
Pues en estos tiempos de sana distancia las personas prefieren hacer sus compras del día en estos pequeños comercios y así evitar las aglomeraciones de gente que pueden encontrar en las cadenas comerciales.
Tomando en cuenta las recomendaciones que las autoridades de salud piden a la sociedad – sana distancia, uso de cubre bocas, gel antibacterial, sanitización constante- los pequeños comercios las aplican. Y muchos de ellos, en su afán de sobresalir, se acercan a la digitalización de sus negocios, implementado el uso de herramientas digitales como WhatsApp, redes sociales, pagos con tarjetas.
Así es, ahora puedes pedir tu pequeña despensa por WhatsAppa la tiendita de la esquina, o comprar carne o pollo con entrega a domicilio, sin la necesidad de salir de casa. Si prefieres ir tu a comprar tienes la seguridad de que entras a un establecimiento sanitizado y con las medidas de salud y prevención adecuadas.
Hoy día, estos pequeños negocios son un respiro que suma para la reactivación de la economía, pues en estos meses de confinamiento sus ventas han incrementado. Ahora lo que debe observar el pequeño comerciante es saltar a la digitalización de su negocio, que le permita un crecimiento constante y exponencial.