En el informe correspondiente a enero-marzo de este año 2017, el banco central previó una tendencia al aumento en el costo de la mano de obra que podría empezar a reflejarse en la inflación.
En su informe trimestral sobre la inflación, el Banco de México, destaca que el mercado laboral del país ha perdido holgura.
Ante ello, el incremento de los costos laborales podría reflejarse en la inflación, alertó el Banco de México.
En el reporte correspondiente a enero-marzo de este año 2017, el banco central previó una tendencia al alza de los costos laborales unitarios de la mano de obra que podría empezar a reflejarse en la inflación, esto considerando que las condiciones en el mercado laboral han venido estrechándose.
Por ejemplo, durante abril las remuneraciones en la industria de la construcción subieron 4.66 por ciento a tasa anual. Este sería el segundo mes consecutivo con un aumento superior a 4 por ciento.
Banxico espera que en los próximos meses la inflación anual siga afectada de manera temporal por el impacto transitorio del salario mínimo en enero de 2017 y del incremento en los precios de los energéticos, así como por el aumento en las tarifas de autotransporte y de algunos productos agropecuarios.
Sobre el efecto que el incremento al salario mínimo podría tener en el consumo y mercado interno, Agustín Carstens, gobernador del Banxico, apuntó que a la institución le gustaría que todos los trabajadores tuvieran un mejor ingreso y lo que se ha observado es que la masa salarial ha venido incrementándose.
“Lo que es más relevante para nosotros en el mediano y largo plazo es que todos estos aumentos en la masa salarial, en el ingreso disponible de la gente, es que sea sostenible y que se vaya acelerando y eso se puede lograr fundamentalmente a través de impulsar la productividad y la competitividad del país”, expuso.
Carstens aseguró que el proceso de crecimiento del nivel general de precios disminuirá hacia finales de este año y tendrá un ajuste significativo a la baja en 2018, de tal modo que para noviembre de ese año se situaría en 3.7 por ciento.
Fuente: El Financiero