El jefe del Banco de México Agustín Carstens, dijo el jueves que no se han registrado aumentos generalizados de precios en medio de un fuerte incremento de hasta 20 por ciento de las gasolinas anunciado este mes, que desató protestas en el país y que se sumó a un debilitamiento del peso mexicano.
Carstens afirmó en un evento que la entidad estará pendiente de que las expectativas de inflación no se vayan a ajustar de manera desestabilizadora para la economía.
El Banco de México para lo que está preparado, para lo que tiene los instrumentos y para lo que realmente tiene que responder es para aumentos generalizados y sostenidos de los precios, no para necesariamente responder a variaciones en precios relativos”, dijo Carstens.
Esto debe ser tenido en cuenta porque la respuesta de política monetaria que se debe esperar es diferente, explicó.
A mediados de diciembre, la autoridad monetaria elevó por quinta vez en 2016 la tasa de interés referencial al 5.75 por ciento, su máximo nivel en casi ocho años, ante un deterioro en el balance de riesgos para la inflación en el corto plazo.
El reto fundamental del banco central es que no se vayan a ajustar de manera desestabilizadora en las expectativas de inflación en el mediano y largo plazo”, agregó Carstens.
La inflación cerró el 2016 en 3.36 por ciento, su nivel más alto en dos años, mientras que el peso ha tocado mínimos históricos debido, en parte, a temores en torno a medidas que pueda adoptar el presidente entrante de Estados Unidos, Donald Trump, quien asumirá la semana próxima.
Trump ha amenazado con renegociar un tratado de libre comercio vital para México, y está ejerciendo fuerte presión sobre empresas automotrices para que instalen plantas en Estados Unidos y no en territorio mexicano.
Antes, y en el mismo evento, el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, dijo que la economía mexicana habría crecido un 2.2 por ciento en 2016 y que la cotización del peso mexicano, que en la víspera se depreció a un mínimo histórico, refleja un panorama pesimista sobre la llegada de nuevas inversiones al país.
Fuente: Excélsior