Por: Saúl Treviño
Al momento de elegir un equipo de cómputo tenemos que definir para qué lo vamos a utilizar para que nuestra inversión sea rentable, duradera y no se convierta en una tortura o un elefante blanco.
Una vez que defines las funciones de este nuevo equipo de cómputo, debes prestar atención en sus componentes:
Procesador: Es la parte medular de un equipo y lo más importante de nuestra computadora. Toma en cuenta que si adquirirás una laptop o una all in one, no se podrá cambiar o mejorar, pues se fabrica a medida y tanto ventiladores como carcasa están diseñados a medida y para que el equipo no se sobrecaliente. En caso de una computadora de escritorio, se puede cambiar; sin embargo, implicaría buscar un procesador de la misma generación, que sea compatible con la placa madre, memorias RAM, disco duro. Los procesadores más recomendables son los multitarea, pues esto garantiza que nuestra inversión dure varios años. Por ejemplo, un Intel Core i3 se puede usar para tareas o en una oficina. Si tus actividades requieren de mayor potencia, puedes optar por un Intel i5. Los procesadores Intel Core i7 y procesador Intel i9 te serán más útiles para un desempeño mayor y tareas más específicas.
Disco duro: El disco duro es el hardware que te permitirá almacenar documentos, fotos, programas y otras aplicaciones. En la actualidad hay dos tecnologías en mercado que elegir un disco de estado sólido (SSD) que te brindará mayor velocidad de lectura y transferencia de datos en comparación con un disco duro mecánico. Una de sus desventajas son las variaciones de voltaje, pues por muy mínima que sea, podría dañar la SSD y poner en riesgo tu información; por esta razón debes tener un respaldo en tiempo real.
Los discos duros mecánicos, que ya tienen muchas décadas, son los que los fabricantes de todas las marcas incluyen en sus equipos. Nosotros recomendamos la mezcla entre ambas tecnologías, el disco de estado sólido recomendable es de 240 0 246 gb donde venga el sistema operativo y un disco mecánico para generar un vínculo entre ambos y se almacenen nuestros documentos. Además de, como ya mencionamos, contar con un respaldo de toda tu información.
Memoria RAM: Este componente trabaja en conjunto con el procesador, por ello se recomienda que la capacidad instalada en el equipo sea equilibrada. ¡No te espantes!, la mayoría de los fabricantes incluyen una RAM de 4 gb, aunque lo ideal es contar con una de 8gb, esta actualización no requiere una inversión mayor.
Versión de sistema operativo: Esta característica podría aplicar para empresas ya que es muy común que compren computadoras con licencias de Home en lugar de Pro, por ahorrase unos pesos. Esto podría salir muy caro en una auditoría ante el IMPI. Por esta razón se recomienda Windows Pro para empresas y Home Single para hogares o particulares.
Cada una de las versiones tiene ciertas características que podrían utilizar en cada ámbito.
Hay otras especificaciones como la tarjeta de video, que puede ser independiente o integrada a la placa u otros requisitos que se podrían elegir de diferente manera de acuerdo con las actividades que realizarás con tu equipo.
Si requieres mayor asesoría para elegir el equipo adecuado para ti, ¡no dudes en contactarnos!
*Grupo Especializado de TI, Canaco CDMX