La venta de productos que forman parte de la canasta básica pero que no son de consumo prioritario se ha “estancado” en las misceláneas y tiendas de abarrotes en los primeros meses de 2017, aseguró Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec).
“Fuera del atún, la sardina y los chiles en vinagre, el resto de los alimentos enlatados así como los productos para la higiene personal y la limpieza del hogar son los productos que menos se están moviendo. Se están quedando estancados en los anaqueles de las tienditas y sus ventas han caído 10 por ciento. La cuesta de enero fue muy profunda, nos pegó con todo por el gasolinazo y se ha extendido hasta ahora”, sostuvo en entrevista.
Incluso mencionó que la comercialización de granos o semillas básicas empaquetadas o granel también se ha reducido y en particular sostuvo que “la venta del frijol que está colapsando”.
En menor medida también se han visto afectadas las ventas de los principales productos del sector, como son los refrescos, cigarros, cervezas y otras bebidas alcohólicas, dulces y pastelitos, pero en este caso el dirigente lo atribuyó a que están gravadas por el impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) que el gobierno federal, acusó, ha convertido “en el principal mecanismo recaudatorio del Estado”, perjudicando el consumo popular porque los salarios de los mexicanos son “paupérrimos”.
“Las ventas no repuntan. Hay categorías que se mantienen estables y al mismo nivel que el año pasado, pero otras han caído”, señaló. A la gente le rinde menos el dinero y deja de comprar varios productos, muchos de ellos gravados con el IEPS o si adquiere éstos pues ya no le alcanza para comprar otros que están libres de dicho impuesto, abundó.
Las estadísticas más recientes de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) demuestran que durante enero de este año bajó la recaudación del IEPS cayó 10.4 por ciento, el cual también se aplica a las gasolinas, y eso indica un descenso en el consumo de la gente de dichos productos, señaló. De hecho el IEPS a gasolinas y diésel disminuyó 5.9 por ciento y el aplicado a otros productos cayó 16.5 por ciento.
Rivera difirió de los resultados positivos en el comportamiento del consumo que han dado a conocer tanto el Inegi como las asociaciones de supermercados y de abarroteros mayoristas. En todo caso, dijo, la realidad es otra para el comercio tradicional minorista, principal abastecedor de los mexicanos, y la incertidumbre que prevalece en la economía nacional no hace prever que la situación mejore en los siguientes meses.
El Inegi, señaló, utiliza para sus cálculos una gran variedad de productos pero no necesariamente todos son vendidos en las tienditas, además de que excluye otros que si se comercializan por ese canal.
Concedió que los abarroteros mayoristas aseguren que sus ventas han seguido creciendo en lo que va del año, pero acotó que el problema es que aunque ellos han logrado colocar su mercancía en las misceláneas, estanquillos, tiendas de abarrotes o pequeños negocios al menudo, eso no implica que sea comprada por los consumidores finales.
La Anpec condenó que la inflación se ha disparado 5.29 por ciento, la más alta en los últimos 7 años, y consideró un fracaso tanto la reforma fiscal que entró en vigor en 2014 como la reforma energética porque Hacienda ha hecho del IEPS el principal mecanismo recaudatorio.
Cuauhtémoc Rivera criticó que el gobierno federal haya puesto “todos los huevos en la misma canasta”, es decir en la política recaudatoria, porque si la gente reduce el consumo de los productos gravados, la recaudación baja y se crea un circulo de “perder-perder”.
Fuente: La Jornada