El Banco de México (BdeM) decidió este jueves mantener en 7 por ciento su tasa de interés de referencia, la que determina el costo de los créditos a empresas y personas, en una decisión unánime de la junta de gobierno de la institución, tomada bajo la premisa de que la inflación “pareciera haber alcanzado su techo”.
El banco central sostuvo que los “dos terremotos de gran magnitud y varios huracanes” que sufrió el país el último mes tendrán efectos “temporales y moderados” sobre la actividad económica y la inflación. Sin embargo, añadió, podrían darse algunos problemas de abasto o de incremento de precios, los cuales también serían temporales y de corto plazo.
Por tanto, añadió, no se espera que las perspectivas de mediano y largo plazo para el crecimiento de la economía y la inflación “se alteren de manera importante”, como consecuencia del impacto de los fenómenos naturales que han afectado al país este mes.
La decisión del banco central de mantener la tasa de referencia –una medida que era esperada por la mayoría de analistas– se basa fundamentalmente en la apreciación de que la economía mantiene el ritmo de crecimiento y de que la inflación, cuyo incremento obedeció al alza de precios de gasolina al inicio del año y por la depreciación de peso, llegó a su punto máximo y a partir de ahora comienza un periodo de convergencia al objetivo de 3 por ciento.
En agosto, último dato mensual publicado, la inflación fue de 6.66 por ciento.
La actividad económica en México continuó expandiéndose en el segundo trimestre del año. En particular, las exportaciones manufactureras y el consumo privado registraron una tendencia positiva, al tiempo que prevaleció la debilidad de la inversión, de acuerdo con un comunicado del banco central. Hasta ahora, no se perciben presiones salariales significativas que pudieran afectar al proceso inflacionario.
No obstante, el balance de riesgos para el crecimiento se ha deteriorado, particularmente por la percepción de que pudieran materializarse escenarios adversos relacionados con la relación bilateral entre México y Estados Unidos.
“Ante el complejo entorno que la economía mexicana continúa enfrentando, es especialmente relevante que las autoridades perseveren en mantener fuertes los fundamentos macroeconómicos del país. A ello contribuyen tanto las acciones de política monetaria para mantener ancladas las expectativas de inflación de mediano y largo plazo y lograr la convergencia de la inflación a su meta, como el compromiso del Gobierno Federal anunciado por la Secretaría de Hacienda en los Criterios Generales de Política Económica 2018 respecto de la previsión del cumplimiento de las metas fiscales para 2017 y 2018″.
Cumplir las metas fiscales, aseguró, permitirá reforzar el proceso de convergencia de la inflación a su meta y que, a su vez, este sea más eficiente.
Respecto de la inflación general, que en las últimas semanas se vio disminuida por un menor incremento en el precio de bienes agropecuarios, el banco central consideró que “pareciera ya haber alcanzado su techo”, si se abstrae el potencial efecto de los sismos, que debería ser de corto plazo y temporal.
Se espera, añadió, que la inflación muestre una tendencia a la baja a partir de ahora y que se acentúe durante el año siguiente, para que converja a la meta de 3 por ciento hacia finales de 2018. “Lo anterior trae implícita la expectativa de un comportamiento ordenado del tipo de cambio y de una disminución significativa de la inflación no subyacente –que no incluye precio de agropecuarios ni gasolinas– en los próximos meses y durante 2018”, añadió.
Fuente: La Jornada