En los primeros 15 días del 2018, las gasolinas que se comercializan en México tuvieron un incremento de precio que osciló entre 2 y 2.7% respecto de su precio de cierre del año pasado, con lo que este inicio de año se perfila como el segundo de mayor encarecimiento de estos combustibles en lo que va del sexenio, sólo detrás del atípico 2017, cuando el aumento fue de 17%, debido a la implementación de una nueva fórmula para determinar los precios.
Al cerrar la primera quincena del año, los consumidores mexicanos pagaron entre 36 y 43 centavos más por litro en promedio respecto del cierre del año, aunque en algunos lugares hubo aumentos de 52 centavos por litro en promedio, de acuerdo con un ejercicio de cálculo realizado por El Economista.
Con base en el comparativo realizado a partir de todos los reportes de expendedores en 10 localidades que abarcan todas las zonas de flexibilización de precios y que son las que mayor número de expendios tienen en su región, se observa que el mayor aumento lo tiene la gasolina regular o Magna, cuyo precio pasó de 16.30 a 16.73 pesos por litro, que son 43 centavos más y un aumento de 2.7 por ciento.
El diesel automotriz llegó el pasado 15 de enero a las 12 horas a un precio promedio de 17.56 pesos, que son 43 centavos más de lo que costaba el primer día del año, lo que implica un incremento de 2.5 por ciento.
La gasolina Premium con 92 o más octanos llegó a 18.42 pesos por litro, luego de haber iniciado el año con un precio promedio de 18.06 pesos por litro, lo que implica una variación de 2% y un incremento de 36 centavos por litro. Los mayores aumentos se observan en la ciudad de Oaxaca, donde la Magna llegó a 16.75 pesos por litro con un aumento promedio de 51 centavos: la Premium a 18.40 pesos por litro con un aumento de 49 centavos, y el diesel a 17.7 pesos por litro, con un incremento de 52 centavos en 15 días.
Mérida, Yucatán, que está en una de las regiones con precios más bajos del país, tuvo también fuertes incrementos: de 50 centavos para la Magna, 43 para la Premium y 45 centavos por litro en el precio del diesel.
A pesar de que existe infraestructura logística para el transporte de combustibles en la región, en León, Guanajuato, los aumentos promedio ascendieron a 49 centavos en la gasolina regular; 43 centavos en la Premium y 46 centavos para el diesel.
El precio de la gasolina regular o Magna fue 2.7% más elevado entre el 31 de diciembre del año pasado y el 15 de enero, mientras que las variaciones entre el final de un año y el principio del siguiente fueron de 1, 1.6, y 2% al arranque del 2013, el 2014 y el 2015, respectivamente, y hasta se observó una reducción de 3% entre el 2015 y el 2016.
El precio promedio de la Premium fue 1.9% superior respecto de su valor, incremento igual al de inicios del 2015 y por encima de 1% del 2013, 1.7% del 2014 y de la reducción de 2.8% del 2016. El diesel ha tenido un incremento de 1.3% y se encuentra por encima de la reducción de 3% del 2015 y por debajo del aumento de entre 1.9 y 3.5% que se observó en los arranques de los demás años.
DEMANDA HACE ESTRAGOS
En los centros urbanos de alta demanda del Bajío, Centro, el Noreste y la frontera, los aumentos oscilaron entre 24 y 44 centavos por litro, con lo que los precios se mantienen en los niveles más altos del país. En Monterrey la gasolina Premium rebasó ya en promedio el techo de 19 pesos por litro, ubicándose en un precio promedio de 19.01 pesos por litro, mientras que la Magna tiene el segundo precio promedio más elevado del país: de 17.12 pesos por litro, después de Zapopan, Jalisco, donde en promedio los permisionarios reportaron un precio de 17.16 pesos por litro a la Comisión Reguladora de Energía.
En Tijuana, Baja California, el litro de diesel alcanzó un precio de 17.74 pesos por litro, igual que el de Monterrey, aunque en Zapopan se elevó hasta 17.84 pesos, en León a 17.88 pesos y en la delegación Cuauhtémoc a 17.53 pesos por litro.
La península de Yucatán y Veracruz siguen siendo las regiones con menores precios y aunque en la segunda de estas regiones se observaron los menores aumentos (de entre 27 y 32 centavos), la gasolina regular ya superó los 16 pesos por litro en ambos lugares.
Efecto inflacionario por gasolinas será menor este año
Los precios de la gasolina en México podrían experimentar bajas en la medida en la que se aprecie el peso, indicaron analistas. Ernesto O’Farril, presidente de Bursamétrica, comentó que, con respecto a noviembre del año pasado, los precios no han subido más de 40 centavos y que el efecto que se perciba en la inflación en la primera quincena de enero del 2018 será menor al que se vio en el 2017.
“Los precios de la gasolina están subiendo a un menor ritmo, y el efecto es que la inflación en los últimos 12 meses pasará de 6.77 a 5.60%, algunos dicen que podría ser de hasta 5.40%; esto se deberá a que el año pasado el incremento fue muy fuerte en gasolina y energía eléctrica y este año el incremento es mucho menor”.
Comentó que, si el tipo de cambio presenta una tendencia descendente, es decir, que el dólar cueste menos pesos, los precios de los combustibles podrían reducirse. Héctor Villarreal, director general del Centro de Investigación Económica Presupuestaria, coincidió en que los aumentos en los precios de los combustibles han sido pequeños a pesar de que se han observado incrementos en los precios del petróleo.
Detalló que el incremento en los precios del crudo posiblemente esté siendo absorbido por el estímulo fiscal que da la Secretaría de Hacienda y Crédito Público a través del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios o también una parte sea absorbida por los costos de las gasolineras.
“Es un hecho que estamos importando gasolina más cara, se había tomado un respiro porque de alguna manera una parte de este incremento del precio del petrolero se compensó porque el tipo de cambio se había ajustado a la baja”.
En su momento, el secretario de Hacienda, José Antonio González Anaya, argumentó que en enero no se tuvo el denominado gasolinazo, ya que los precios de la gasolina han seguido la misma fórmula y la misma metodología desde hace un año
Fuente: El Economista