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Tarjeta de crédito

En lo que va del año, el Banco de México (Banxico) ha subido la tasa de interés en 100 puntos base, de 5.75 a 6.75%, con dos objetivos: para combatir la inflación y por la incertidumbre de que Estados Unidos, mediante la Reserva Federal, haga lo propio.

Pero eso no es todo. La más reciente Encuesta Citibanamex de Expectativas prevé que habrá un aumento más el próximo 22 de junio, de 25 puntos base, por lo que la tasa se ubicaría en 7% y al cierre del año alcanzaría 7.25 por ciento.

Este tipo de ajustes en la política monetaria del país, aunque pueden percibirse lejanas, tienen un efecto en su bolsillo, sobre todo si suele endeudarse con préstamos costosos como las tarjetas de crédito.

Recordemos que un préstamo caro es aquél con una tasa de interés alta; si un familiar o amigo suyo le presta 200 pesos y usted le regresa en un par de días la misma cantidad, la tasa de interés habrá sido de cero y por ello habrá sido un financiamiento barato.

Sin embargo, las tarjetas de crédito tienen tasas de interés que van desde 42% en promedio, pero en algunos casos pueden rebasar el 100 por ciento.

Además, 83% de las tarjetas de crédito son a tasa variable, lo que implica que el costo de los intereses variará de acuerdo a las condiciones económicas del mercado.

Tarjetas, un producto caro por sí mismo

Aunque el alza de tasas del Banxico tiene un efecto en los intereses de las tarjetas de crédito, éste no es tan drástico como el que han tenido los créditos hipotecarios, por ejemplo, cuya tasa promedio ha pasado desde alrededor de 10%, hasta aproximadamente 13% en algunos casos, explicó Leopoldo Figueroa, académico de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC).

Este efecto, que se considera pequeño, puede generar presión en los tarjetahabientes, debido a que los plásticos ya son un producto caro.

“El alza de tasas no ha repercutido fuertemente en la tarjeta de crédito porque de por sí ya es un producto caro; la tasa en los plásticos lo que cobra es el riesgo y éste es un producto de mucho riesgo por ser un crédito al consumo”, agregó el especialista en finanzas.

De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) de diciembre del 2015 a diciembre del 2016, la tasa de interés promedio de las tarjetas de crédito pasó de 41.34 a 42.20 por ciento.

Si bien este aumento resulta marginal, Mario Di Costanzo, titular de la Condusef, expresó en su momento que el verdadero impacto podría notarse a partir de febrero de este año.

Por ello, agregó por su parte Leopoldo Figueroa, una persona que se ha acostumbrado a sólo hacer pagos mínimos en el consumo con su tarjeta “no siente de forma agresiva el incremento en las tasas”.

Por ello, considera, “la gente que ha venido pagando su tarjeta de crédito a través de parcialidades, que consume y paga los mínimos, lo va a seguir haciendo; no por escuchar que ahora las tasas están incrementando tomará dinero y pagará su consumo total, no lo va a hacer”.

Sin embargo, si usted quiere reducir la presión de las tasas de interés sobre sus préstamos, la principal recomendación es que evite pagar sólo el mínimo que le pide su banco, generalmente de 100 pesos, y haga un esfuerzo por pagar más.

“Esto también le ayudará a irle bajando al capital (en su deuda); recordemos que los intereses se calculan sobre capital, sobre el promedio de capital en las tarjetas de crédito, por lo que si le voy bajando al capital voy quitando la base para el cálculo”, añadió.

Recuerde que ser totalero trae otros beneficios, independientemente de que el Banxico esté haciendo ajustes: mejora su historial crediticio, ya que refleja un comportamiento más sano como pagador y, en general, hace que sus finanzas personales sean más fáciles de manejar, pues se compromete menos con los pagos, lo cual le da libertad de ahorrar o invertir el dinero que tenga libre.

Fuente: El Economista 

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