Los sismos del 7 y 19 de septiembre del año pasado no sólo trajeron aprendizajes en temas de prevención y adquisición de productos financieros para cuidar nuestro patrimonio, también nos enseñaron a mantener seguros nuestros datos personales.
Los expertos señalan que la información se puede dividir en dos, en primer lugar se encuentran los datos denominados sensibles, son aquellos que informan sobre los aspectos más íntimos de nuestra persona, cuyo mal uso puede provocar discriminación.
En segundo lugar están los datos patrimoniales o financieros los cuales están relacionados con temas económicos, hacen referencia a los recursos que posee y a su capacidad para hacer frente a sus deudas, como pueden ser: dinero, bienes muebles e inmuebles, información fiscal, historial crediticio, ingresos y egresos, cuentas bancarias, seguros, afores, número de tarjeta de crédito, número de seguridad, entre otros.
Durante las semanas posteriores a la emergencias, aparecieron muchos delincuentes que ocuparon la situación para hacerse de los datos personales y financieros de las personas, muestra de ello es que en los primeros días después de los sismos, personas ocuparon las tarjetas de una joven que desafortunadamente perdió la vida.
Según los padres de Alejandra, acudieron al banco a dar de baja la cuenta de su hija; sin embargo, en la institución se les indicó que un fin de semana antes se realizaron movimientos en la cuenta; es decir, alguien gastó más de 24,000 pesos que existían en la cuenta en compras por Internet.
En su momento, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) y la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) emitieron una serie de medidas para la protección de esta información sensible de las personas, que de no hacerlo, podría derivar en un robo de identidad como lo ocurrido con Alejandra.
Este delito se ha incrementado de manera muy considerable en los últimos años en nuestro país, la tecnología no sólo ha hecho que las personas simplifiquen los procesos en entidades financieras, también ha abierto una puerta para que los delincuentes afecten a los usuarios de servicios financieros así como a las entidades.
“Estos eventos siempre dejan enseñanzas importantes en temas financieros y de datos personales. Primero, la importancia de la cultura del seguro de conocer los productos y qué tanto estamos cubiertos (…) Ahora, en el segundo tema, nos enseñó que tenemos que tener precaución con nuestros datos personales y documentos”, afirmó Mario Di Costanzo, presidente de la Condusef.
Indicó que incluso existen casos en donde las personas no tienen actualizados los datos de beneficiarios de sus cuentas, motivo por el cual, después de su fallecimiento, dejan problemas a sus familias.
USB o nube, considere ocuparlas
Asimismo, confirmó que la tecnología nos ha dado la facilidad de poder realizar muchas tareas; es decir, actualmente usted puede digitalizar documentos como: actas de nacimiento, INE, pasaporte, Curp y datos financieros como números de tarjetas, pólizas de seguro, datos de su afore y estados de cuenta.
“Hoy en día podemos tener este tipo de información fuera de nuestro hogar en un lugar seguro, podemos ocupar candados; es decir, guardar la información con clave o codificada en una UBS de tal manera que no sea fácil su obtención”, comentó el presidente de la Condusef.
Francisco Javier Acuña Llamas, comisionado presidente del INAI, reconoció que a los mexicanos nos hace falta una “conciencia crítica, redonda, integral” sobre los datos personales, pero también sobre las situaciones que nos pueden llevar a caer en peligro por la exposición de éstos. De igual manera, explicó que, si en un momento se pierden estos documentos, los puede recuperar por medio de la reproducción digital.
Asimismo, coincidió con lo dicho por Mario Di Costanzo. Usted puede tener toda esta información en una USB o incluso en la nube; sin embargo, existen factores a considerar para que sus datos no sean obtenidos.
“Hay que tener cuidado con las claves y en qué plataforma se van a ocupar, porque luego por tener estos niveles bajos de seguridad nuestros datos pueden ser robados y pueden suplantar nuestra identidad. Todo lo anterior está relacionado con la nueva era de la prevención de catástrofes”, indicó.
Por su parte, el presidente de la Condusef recordó que en esta era digital nada es inviolable y han existido casos en donde los hackers se hacen de información de estas plataformas; no obstante, si cuenta con las medidas de seguridad pertinentes, sí pueden ser seguros.
Lo más importante es tener esta cultura de guardar nuestros datos personales en otra parte “o, si no se tienen copias, sí contar con la información bien ubicada y resguardada, pero fuera de nuestro patrimonio”, mencionó el presidente de la Condusef.
Ambos expertos señalaron que contar con sus documentos ya sea de manera digital o física ayuda en el momento en que usted vaya a realizar algunos trámites después de la emergencia, como pueden ser reclamación de seguros, cancelación de cuentas bancarias o emisión de nuevas tarjetas de crédito o débito.
“Todo esto no es sólo parte de la cultura financiera, sino de prevención, aunque a veces los odiamos o no reflexionamos en ello hasta que pasan las tragedias. Lo peor que podemos hacer es dejar al tiempo este tipo de acciones”, afirmó Mario Di Costanzo.
Fuente: El Economista