En el siglo pasado las empresas debían ser innovadoras para ser competitivas, hoy si no son disruptivas se vuelven obsoletas, destacó el vicepresidente de Singularity University.
La oportunidad para convertirse en una gran compañía es hoy mejor que nunca y la disrupción es fundamental para lograrlo, ya que ahora y en el futuro es necesario hacer cosas nuevas para que las antiguas sean obsoletas, destacó David Roberts, vicepresidente de Singularity University.
“En el siglo XX, las empresas debían ser innovadoras para ser competitivas. En el siglo XXI se debe ser disruptivo. La disrupción es hacer cosas nuevas que vuelven obsoletas a las anteriores. La razón de porque esto es diferente es que no se pueden hacer las cosas de la misma manera”, dijo durante la ponencia final del Foro Game Changers.
Para el vicepresidente de Sigularity University, la disrupción no viene de una misma industria, sino que viene de otra. “En el siglo XXI los empresarios deben dominar otras industrias que a lo mejor no tendrá relación con la suya. El teléfono más importante de las últimas décadas (iPhone) no llegó de la industria telefónica, sino de la computación”.
En ese sentido, Roberts señaló que en la innovación se hace caso al cliente y en la disrupción el cliente no tiene idea de lo que quiere. “El cliente no pide el internet o el nuevo teléfono que sustituya al iPhone. Todas las empresas estarán expuestas a la disrupción en los próximos 20 años”.
Un ejemplo, mencionó, es Nokia: “Fue innovadora, pero no disruptiva, ya que sus ingenieros no lograron ver que la evolución del teléfono tenia pantalla de vidrio. Incluso tuvo un teléfono con estas características, pero no funcionó”.
Para el ponente del último panel del Foro Game Changers, Apple fue disruptiva y dominó el mercado de los teléfonos en tres años desde la salida del primer iPhone.
“Los métodos tradicionales de hacer negocio ya no funcionan”, destacó.
Otro factor de disrupción es la inteligencia artificial y como ejemplo mencionó a Uber, debido a la forma como la utilizó para la conducción de sus autos, que la convierten en una empresa que rompe los esquemas tradicionales del transporte personal.
Para el vicepresidente de Singularity University, la tecnología no es exponencial, sino que nosotros hacemos que así sea.
“Hay una recompensa para los que se arriesgan”, dijo Roberts.
Fuente: Forbes