En nuestro país el robo al autotransporte es noticia de todos los días en los medios de comunicación y aunque se tienen identificadas las zonas de alto riesgo, el modo en que operan las bandas delictivas, se requiere redoblar el trabajo con la autoridad para la disminución y erradicación de este delito.
Como empresarios, nos ocupamos día a día por minimizar las pérdidas ante esta situación, que lejos de disminuir, muestra un crecimiento latente.
Actualmente, los agentes de carga estamos trabajando en conjunto con varias asociaciones, para tener un acercamiento con las autoridades y conseguir una solución para esta problemática.
Otra de las iniciativas es trabajar bajo esquemas de normas de seguridad, que nos permiten aprender a disminuir los riesgos que conlleva la naturaleza del negocio.
Para las empresas que nos dedicamos a la logística en comercio exterior, existen normas como ISO 28000, OEA, C-TPAT, BASC, entre otras; que son un referente para evitar que a lo largo de la cadena de suministro, seamos partícipes en actos de terrorismo, narcotráfico, tráfico de armas y de personas. Nos brindan procedimientos claros para identificar, las áreas y procesos en los que debemos tener mayor cuidado para evitar ser víctimas de cualquier acto delictivo.
Sin duda, contar con colaboradores confiables es el primer paso para poder trabajar hacia un objetivo común, debemos estar rodeados de personas que vivan nuestros valores empresariales, que se integren a nuestra filosofía y que desarrollen las actividades que les corresponden desde sus áreas.
Aunque la búsqueda conlleva tiempo, valdrá la pena rodearse de colaboradores con alto sentido de responsabilidad, ética y lealtad, porque como en todas las organizaciones, sin su trabajo, el camino hacia la certificación será más complicado.
Es recomendable tener alianzas comerciales con nuestros proveedores, ya que de esa manera podremos ofrecer a nuestros clientes el servicio con el nivel de seguridad que requieren, pero sobre todo, los invitamos a cumplir con los estándares que les permitan disminuir los riesgos en su operación.
En ocasiones, hay detalles en los que no ponemos atención, pero que impactan en forma significativa la seguridad en nuestra organización, el simple hecho de comunicar lo que sucede en el interior de la empresa, puede dar lugar a actos mal intencionados, que pongan en riesgo a todos los colaboradores; por ello el control de la información, de los medios en los que se publica y de las personas que tienen acceso es fundamental.
La cultura de prevención en México es mínima en comparación con otros países, a veces no nos detenemos a pensar, de qué forma minimizar los riesgos que se presentan día a día en nuestra operación y dejamos en último lugar la inversión en tecnología e infraestructura para mitigarlos. En ocasiones, también nos olvidamos de dar mantenimiento a nuestra infraestructura, ocasionando el deterioro rápido, que al final representa un costo más elevado.
Hay eventos como sismos, incendios, inundaciones, vandalismo, etcétera, que no imaginamos cómo pueden afectar en nuestro trabajo, por lo que los planes de contingencia, en ocasiones, es algo que no tenemos contemplado; por ejemplo, aún seguimos considerando a los seguros como un gasto innecesario y no como un instrumento de inversión.
Lo que nos enseñan las normas es a identificar las fuerzas, debilidades, oportunidades y amenazas de nuestros negocios, pero además a crear estrategias para continuar trabajando con éxito.
No debemos olvidar que cada una de las normas se fijan en los conceptos de planear, hacer, verificar y actuar, que debemos tener muy claros para que nuestros procesos funcionen, pero además, lo podemos aplicar en nuestras actividades diarias, con nuestra familia y el entorno en el que nos desarrollamos, para crear un ambiente de calidad, confiable y seguro.
Las certificaciones en seguridad, nos pueden traer nuevas oportunidades de negocio a nivel global, ya que la mayoría de los países están preocupados en controlar las actividades ilícitas que puedan presentarse en el desarrollo de los negocios.
Al disminuir los robos de mercancía o unidades de transporte, disminuimos costos. También nos permite evitar accidentes, pues otro de los objetivos de las normas, es el combate al consumo de alcohol y drogas de todas las personas que se sitúan en puestos críticos y que intervienen en nuestras operaciones comerciales.
En materia de comercio exterior, además se cuenta con facilidades para despachos aduanales, disminución de revisiones y acceso a carriles rápidos, que disminuyen costos y tiempo de entrega para nuestros clientes.
Sin duda, las ventajas son considerables al trabajar bajo estándares de seguridad, sólo hace falta decidirnos e implantarlos en nuestra organización.
Les recomiendo tener especial cuidado con los asesores que ofrecen este tipo de consultorías, ya que en nuestro país son muy pocos quienes realmente cuentan con preparación para implantar y llevar a cabo los trámites pertinentes para la obtención de los certificados.
Las casas certificadoras de la norma ISO 28000 también son escasas, pero en el caso de OEA podemos revisar los requisitos directamente en la página del SAT: https://www.sat.gob.mx/tramites/88401/obten-tu-certiicacion-como-operador-economico-autorizado
La normatividad de C-TPAT podemos encontrarla en su sitio: https://www.cbp.gov/border-security/ports-entry/cargo-security/ctpat
Y BASC, actualmente se cuenta con un un capítulo en México y que pueden consultar en: https://bascoccidente.com.mx/
Las normas son muy similares, por lo que debemos identificar, de acuerdo al giro de nuestra empresa, cuál de los perfiles podemos cumplir.
Por: L.C. Berenice Castelán Martínez
Gerente de calidad y seguridad
Multitransportes Internacionales S.A. de C.V.