CIUDAD DE MÉXICO.- Hay nuevas tendencias tecnológicas que están cambiando la forma de interactuar de las personas en relación con la compra o alquiler de un inmueble. El flujo masivo de información facilita estos procesos de toma de decisiones basadas en la velocidad, el alcance y el impacto de los sistemas. Es aquí donde se puede inscribir la ecuación “Disrupción, más tecnología, más real estate, igual a PropTech”.
Los bienes raíces y la aplicación de las nuevas tecnologías como blockchain, fracking, realidad aumentada, internet de las cosas, realidad virtual, inteligencia artificial, ciudades inteligentes, fintech, crowdfunding, 3D mapping, aplicaciones y ciberseguridad tienen funciones para toda la cadena de la industria. Por ejemplo, blockchain, que se está usando en el registro de títulos de propiedad, significa un proceso de administración más rápido de contratos inteligentes que agilizan las transacciones inmobiliarias.
Las tecnologías que más impacto tendrán en el mercado de la propiedad entre el 2019 y 2020 serán big data, internet de las cosa e impresión en 3D. Entre el 2021 y 2022, serán el uso de energía inteligente, inteligencia artificial, robótica, fábricas inteligentes y los vehículos autónomos.
Actualmente, el sector inmobiliario en Latinoamérica, tanto en ciudades, como en países, está viviendo una fase disruptiva por estas nuevas experiencias. México, con 65.3% de usuarios de internet, solo el 53% aspira a ser propietario de un inmueble contra un 47% que opta por alquilar.
Esta transformación digital de la industria de los bienes raíces implica otra cultura industrial y de uso de los inmuebles, hoy el consumidor requiere todo más rápido y con mayor eficiencia. Se estima que actualmente en el mundo operan alrededor de 6,000 compañías PropTech, cuya inversión asciende a 20 billones de dólares.
Su éxito se basa en la orientación inmobiliaria de los millennials, sobre todo porque están más vinculados a la familia y amigos. Para ellos la solución de vivienda preferente es rentar, aunque sus búsquedas también se orientan hacia el mercado en venta, lo que muestra cierto perfil aspiracional hacia la adquisición. Este es un grupo altamente digitalizado, por lo que son más aptos que otras generaciones para hacer uso de estas herramientas.
PropTech funciona a través de transacciones en tiempo real con base en big data y datos abiertos que indican dónde, cómo y cuánto se capitalizan estas nuevas tendencias. Esto elimina fricciones en las transacciones de compraventa, lo que se traducirá en usuarios más informados para tomar mejores decisiones estratégicas y de uso.
La inteligencia artificial y el aprendizaje automático (machine learning) hacen una gran contribución. El primero se trata de inteligencia generada por las máquinas, con algoritmos generalmente estáticos. En tanto el machine learning se basa en patrones de datos de aprendizaje en lugar de algoritmos específicos de tareas. Es decir, aprende y ajusta.
Las ventas y el corretaje se verán potenciados por el diseño de nuevos modelos de valuación y tasación de las propiedades, que aportan transparencia y fortaleza a los derechos de propiedad a largo plazo.
A pesar de este entorno, el sector inmobiliario se caracteriza por tener una alta resistencia al cambio y una lenta velocidad de ajuste para incorporar estas innovaciones. Los retos que se plantean deben acotar la brecha entre los diferentes jugadores; para esto se debe anticipar con mayor precisión a las futuras necesidades y expectativas de sus inquilinos, propietarios y usuarios. Para acelerar este cambio se debe incentivar, educar y asesorar a toda la población que participa directa o indirectamente en esta industria.
Excélsior.