El estrés es una respuesta de nuestro organismo que prepara a nuestro cuerpo ante situaciones de amenaza. Si bien, el estrés nos ayuda a adaptarnos a una situación puesto que carga a nuestro cuerpo de energía rápidamente y un poco no hace daño e incluso nos ayuda a realizar ciertas actividades de nuestra vida.
Sin embargo, cuando constantemente se vive en situaciones que generan estrés, nuestro cuerpo lo resiente, y esto se ve reflejado también en nuestro desempeño en el trabajo.
El Instituto Mexicano del Seguro Social define el estrés laboral como: “el tipo de estrés donde la presión del entorno provoca a saturación física y/o mental del trabajador, generando diversas consecuencias que no sólo afectan la salud, también el ambiente próximo, pues genera un desequilibrio entre lo laboral y lo personal”.
Entre sus síntomas podemos identificar:
Emocionales.- ansiedad, irritabilidad, ganas de llorar, mal humor, desmotivación, agotamiento.
Fisiológicos.- dolor de cabeza, dolores de espalda o cuello, malestar estomacal, respiración agitada, fatiga, problemas para conciliar el sueño, problemas cardiovasculares.
Cognitivos.- falta de concentración, olvidos, reducción de la capacidad de aprendizaje y para solucionar problemas.
El estrés también afecta nuestro comportamiento tornándolo más agresivo, aumenta el número de cigarros que se fuman y propicia el consumo de alcohol excesivo u otras sustancias que pueden tener un efecto relajante, disminuye la productividad y aumenta la posibilidad de cometer errores.
Algunas de las estrategias que podemos implementar fácilmente para disminuir el estrés en el trabajo son:
1.- Establece prioridades y con base en ellas elabora una lista de las tareas a realizar cada día. Esto también te ayudará a mantenerte enfocado en qué es lo más importante y terminar tus actividades a tiempo.
2.- Toma descansos de cinco minutos cada dos horas, esto te ayudará a tener una mejor concentración y no agobiarte con los trabajos que debes entregar.
3.- Organizar tu lugar de trabajo es necesario para agilizar la búsqueda de documentos, teléfonos o herramientas necesarias para tu trabajo, además de mejorar la apariencia de tu espacio, ahorrarás tiempo al tener lo importante a tu alcance.
4.- No temas delegar responsabilidades, si tienes mucha carga de trabajo puedes pedir a alguien más que se haga cargo o colabore contigo para realizar una actividad.
5.- Aprende a decir no, si sabes que tienes varios pendientes se vale decir no. Muchas veces nos llenamos de trabajo por pensar que podemos hacer todo o quedar bien con los demás, sin pensar en nuestras propias responsabilidades.
Recuerda, una pequeña dosis de estrés te ayuda a estar alerta, a terminar más rápido alguna actividad e incluso fortalece tu sistema inmunológico en un corto plazo, pero vivir en estrés constante deteriora nuestra salud y daña nuestras relaciones con los demás, a largo plazo puede provocar un infarto, obesidad, trastornos de depresión, problema familiares y aumenta el riesgo de alcoholismo u otras adicciones.