Vestirse bien, es parte importante del éxito en los negocios, “la imagen puede transmitir más de lo que imaginamos, la primera impresión es lo que cuenta”, destacó Justo Grau.
Indicó que en la investigación sobre negociaciones de alto nivel de Michael W. Kraus de la Yale School of Management entre 128 hombres de 18 a 32 años de edad con diferentes antecedentes y niveles de ingreso, se buscó probar si las diferentes vestimentas afectaban los resultados.
Explicó que en este los “compradores” se dividieron en tres grupos, uno de traje y zapatos formales, otro grupo en playeras blancas, pants y sandalias, y un tercer grupo neutral que utilizó las prendas con las que llegó al estudio.
Expuso que un participante neutral hizo el papel de “vendedor” en cada negociación, y ningún “vendedor” participó como “comprador”. Los negociadores recibieron valores de mercado para la supuesta fábrica, en conjunto con otra información útil a la hora de negociar.
Al final, quienes utilizaban traje demostraron estar mucho menos dispuestos a ceder terreno durante las negociaciones, al rebajar su precio sólo 830,000 pesos al vender, y al comprar lograron ganancias de 2.1 millones de dólares, mientras que quienes usaban ropa informal, perdieron 2.81 millones de dólares en las negociaciones.
Destacó que en situaciones competitivas donde hay un solo ganador, el utilizar prendas formales puede enviar a los otros la señal de que “uno es exitoso y tiene verdadera confianza en sí mismo y lo que está haciendo, mientras la gente con vestimenta informal cede fácilmente en las negociaciones”.
Quienes usan prendas formales están al tanto del respeto que reciben y se vuelven más asertivos.
Dijo que en el estudio Journal of Social Psychological and Personality Science, en el que participaron 361 hombres y mujeres, se realizaron simulacros de reuniones de negocios donde los participantes vestían formales o casuales.
De acuerdo con la investigación el vestir con mejores prendas subía el nivel de confianza personal, afectaba la forma como los demás percibían a la persona, y quienes vestían de manera formal incrementaban el nivel de pensamiento abstracto, del tipo en el que se enfrascan los líderes y ejecutivos de alto nivel.
La gente que utiliza ropa formal se siente más poderosa, y al sentirte más poderoso, no pierde el tiempo en detalles.
“Cuando requieres pensar de forma creativa, trabajar en la gran idea, ahí es cuando vestirte formalmente incrementará tu productividad”, señaló el coautor del estudio, el Michael L. Slepian de la Universidad de Negocios de Columbia.
“La proyección de la marca personal se vuelve imprescindible al momento de presentarse en cualquier entorno, pero el impacto más importante es a la hora de buscar el éxito profesional, pues la visibilidad más la credibilidad nos dan como resultado rentabilidad”, comentó.
Finalmente, indicó que un líder debe mostrarse siempre impecable y profesional, no importa la industria en la que se encuentre, y estos estudios demuestran el vínculo entre la vestimenta y el éxito en los negocios, por lo que un traje a la medida es una muy buena inversión.
Fuente: Economía Hoy