Tras advertir que la corrupción es un fenómeno global que eleva entre 10 y 30 por ciento los costos de la construcción de proyectos públicos, el Foro Económico Mundial aseveró que la tecnología jugará un papel central para combatirla.
En su estudio “Construyendo las bases para la confianza y la integridad”, donde aborda el caso mexicano, el WEF (por sus siglas en inglés), analiza el tema de la infraestructura y el desarrollo urbano, porque genera desarrollo, diversificación económica y economías incluyentes.
El documento advierte que en el mundo, ese es uno de los sectores más propensos a los sobornos y, junto con los sectores de transporte, industria extractiva y tecnologías de la información, representa 66 por ciento de los casos de soborno a nivel internacional.
Aunque se refiere al caso mexicano, el estudio señala que el problema de la corrupción no es privativo de México, y ni siquiera de los países en desarrollo, sino que tiene alcance mundial; los servicios sociales como educación y salud son la resienten más, sobre todo en proyectos de infraestructura.
“En promedio, los sobornos equivalen al 10.9 por ciento del valor de las transacciones y al 34.5 por ciento de las ganancias”.
En ese sentido, se destacan tres observaciones preliminares: la corrupción varía de formas a lo largo de la vida de los proyectos; los riesgos y experiencias adversas varían de acuerdo a los accionistas y se circunscriben a los contextos culturales.
La tercera observación revela que el uso de la tecnología y las herramientas digitales jugará un papel central en los esfuerzos futuros contra ese flagelo.
No obstante, prevalece en gran medida una mutua desconfianza entre sectores públicos y privados, por lo que resulta crucial reconstruir la confianza e integridad entre el mundo de los negocios y las instituciones de gobierno.
En torno al caso mexicano, expone que el país se inscribe en un contexto latinoamericano, con retos sistémicos de este fenómeno, pero “tiene el potencial de convertirse en un ejemplo regional de reducción efectiva de la corrupción”.
Además, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) considera que las reformas realizadas entre 2013 y 2014 por México, son una fuerte evidencia de la intención de acabar con las conductas corruptas.
El estudio destaca que “el nuevo Sistema Nacional Anticorrupción y la política nacional de datos, demuestran la voluntad política, combinada con la demanda del sector privado para acabar con las conductas antiéticas”.
Fuente: Noticias Terra