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Haz que tus emociones te ayuden a llegar a la meta

Día con día cambiamos y nuestras necesidades también, haz que tus emociones te ayuden a llegar a la meta

El ser humano es un organismo emocional; cada día sentimos distintas emociones, mismas que van definiendo nuestra personalidad y nos influyen a la hora de tomar decisiones; por eso es tan importante saber reconocerlas y manejarlas de acuerdo a la situación que se nos presente.

Muchas personas saben muy bien cómo reaccionar ante distintas situaciones, qué hacer y qué decir cuando otra persona no se encuentra del todo bien o son mediadoras cuando existe algún conflicto, pero desafortunadamente no todos logran dominar sus emociones y cuando se encuentran en momentos de crisis, al no saber cómo manejarla, se paralizan o hacen una “tormenta en un vaso de agua”.

Aparentemente el plano emocional se debe dejar de lado cuando se habla de negocios, sin embargo, tiene más peso de lo que te imaginas. Cuando una persona es capaz de dominar sus emociones, vende más y mejor; si una persona es capaz de identificar las emociones de otros, vende más y mejor, porque hace empatía con él.

Al manejo de las emociones y al uso eficiente de éstas, con el fin de lograr un objetivo, se le conoce como inteligencia emocional.

De acuerdo con el psicólogo estadounidense Daniel Goleman, experto en la materia, existen diversos componentes de la inteligencia emocional:

  • Autoconciencia emocional; esto se refiere a que eres capaz de hacer un examen de ti mismo y encontrar qué emociones conforman tu carácter y personalidad. Cuando eres capaz de reconocer qué sientes y cómo te sientes en determinadas situaciones, especialmente en aquellas de un alto nivel de estrés, serás capaz de actuar asertivamente y tomar el control de las cosas.
  • Autorregulación; esto es cuando uno mismo sabe que determinada emoción se está acercando peligrosamente a un abismo o a una zona de peligro, por lo que es capaz de hacer un alto y volver a la calma, a un equilibrio con determinada emoción.
  • Automotivación; su nombre lo indica. Existe una tarea compleja de cumplir, pero tú mismo te das ánimos y te ayudas a visualizar la meta, de esta forma, es menos complicado llegar a ella.
  • Empatía; es cuando logras identificar las emociones de los demás y ponerte a su nivel, como comúnmente se dice, “ponerte en sus zapatos”.
  • Habilidades sociales; son las que te permiten relacionarte eficientemente con las demás personas. Te permiten llevar una convivencia tranquila con tus compañeros de trabajo y te ayudan a acercarte al cliente y ganar su confianza.

Cada uno de estos componentes es de importancia a la hora de cerrar un trato; una persona con inteligencia emocional sabrá hacer empatía con el cliente y conducirlo a la compra, podrá manejar situaciones de crisis y tomar el control de las estrategias.

Aquí reside la importancia de que a la hora de contratar personal para tu empresa, no sólo tomes en cuenta sus habilidades académicas o los conocimientos que posea, sino también el desempeño en el plano emocional. Una persona muy capacitada que no sabe relacionarse con sus compañeros o con el cliente no será muy productivo.

De acuerdo con el libro “La práctica de la inteligencia emocional”, de Goleman, más de la mitad de los trabajadores carecen de la motivación necesaria para aprender y mejorar en su empleo. Cuatro de cada diez son incapaces de trabajar en equipo y sólo el 19% de los que se esfuerzan por alcanzar el nivel requerido para el trabajo demuestran tener suficiente autodisciplina en sus hábitos laborales.

Esto quiere decir que allá afuera hay muchos empresarios que se quejan de que sus colaboradores no cuentan con las aptitudes sociales necesarias para llegar a la meta, especialmente en los elementos más jóvenes, pero esto no exenta a los ejecutivos con una amplia experiencia.

Entonces, desarrollar la inteligencia emocional te ayudará a mejorar tu capacidad de escuchar y de comunicarte, a adaptarte y poder dar una respuesta creativa ante los contratiempos y los obstáculos.

Podrás tener capacidad de controlarte a ti mismo, tener confianza, motivación, de trabajar en equipo y mejorar tus relaciones interpersonales y saber cómo negociar y mediar en tiempos de conflicto. Lo que como consecuencia, te hará un mejor líder.

También es muy importante escuchar a tus colaboradores, quizás esa semana la producción fue baja por algún problema personal de uno de ellos y, aunque puso todo su empeño, no llegó a la meta. En este caso tú debes ayudarlo a canalizar sus emociones, a que se autoanalice y autorregule.

 

Sin embargo, debes tener siempre en cuenta que la inteligencia emocional –tal como lo dice el propio Goleman en  “La práctica de la inteligencia emocional”- no significa “ser amable”, sino saber cómo enfrentar abiertamente una realidad incómoda que no puede eludirse por más tiempo.

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