Como cada año, desde hace ya 11 lustros, miles de personas salen a las calles para conmemorar el movimiento estudiantil de 1968. Se trata de una expresión ciudadana que respetamos. Lamentablemente, en los últimos años, a estas manifestaciones se han adherido grupos de provocadores que agreden a los transeúntes, causan graves daños a los establecimientos comerciales y al patrimonio cultural e histórico de todos los mexicanos. Cada año hemos visto cómo grupos radicales pintan y destruyen las fachadas de edificios públicos y privados, de sucursales bancarias, restaurantes y establecimientos comerciales.
Por tal motivo, José de Jesús Rodríguez Cárdenas, presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de la Ciudad de México, exhorta:
A los comerciantes a:
Tener en cuenta el cierre de las diferentes vialidades y tomar las medidas precautorias para evitar ser objeto de actos vandálicos en sus negocios y no responder a actos de provocación. Incluso, sería importante considerar cerrar sus establecimientos
A los manifestantes:
Conducirse en orden y con pleno respeto de las garantías de libre tránsito de los demás ciudadanos, no incitar a la violencia ni responder a eventuales actos de provocación. No pintar ni dañar los inmuebles dispuestos a lo largo del trayecto.
A la autoridad:
Hacer respetar el Estado de Derecho y mantenerse alerta ante la posibilidad de que se repitan las agresiones de anteriores manifestaciones. Asimismo, garantizar la seguridad e integridad de los ciudadanos y de los establecimientos comerciales, inmuebles y monumentos establecidos, a lo largo de los trayectos que recorrerán las manifestaciones. Sabemos que no es fácil contener a los llamados grupos negros, pues la línea entre represión y contención es delgada. Sin embargo, conminamos a las autoridades a no tolerar actos vandálicos.
A la ciudadanía:
Tomar las precauciones del caso y denunciar ante la autoridad cualquier acto de violencia o robo de que sean objeto. José de Jesús Rodríguez Cárdenas reiteró que los comerciantes, no nos oponemos a la libre manifestación, pues se trata de un derecho constitucional. Pero rechazamos categóricamente las expresiones de violencia y vandalismo de algunos grupos radicales que aprovechan estas marchas, para generar daño al patrimonio urbano y a la propiedad privada.