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Inflación y turismo

Ir de la CDMX a Acapulco por carro ya cuesta 921 pesos, si se incluyen casetas y gasolina, en tanto que para Veracruz y Huatulco se deben desembolsar mil 300 y mil 210 pesos, respectivamente. Se trata de un gasto que se encareció en alrededor de 27 por ciento en el último año.

Según los expertos, esto es resultado del aumento de 10 por ciento anual en las cuotas carreteras y del incremento de hasta 27 por ciento en las gasolinas, lo que sumado a la inseguridad en el país amenaza el desempeño del turismo ‘masivo’ en el 2017.

Según los datos de la Sectur, en México hay 227 millones de viajes por turismo al año, de los cuales el 40 por ciento requieren noches de hotel y el otro 60 por ciento corresponde a visitas a familiares o relativos, es decir, amistades conocidas.

“Este turismo masivo o popular es la base de la pirámide, dadas las condiciones económicas actuales en México esperaría una reducción este año en esos viajes de entre 5 y 6 por ciento, en línea con la inflación”, señaló Gerardo Herrera, académico de la Universidad Iberoamericana.

De materializarse esa expectativa, habría 13 millones de viajeros menos en 2017 al interior del país, lo cual es similar al número de personas que se mueven por avión al mes en México.

El turismo nacional representa el 78.2 por ciento de todo el consumo turístico (gasto) según datos de la Cuenta Satélite de Turismo del año pasado, por lo que una reducción en el número de paseantes representaría para el país 115 mil 477 millones de pesos menos en derrama económica.

Rafael García, presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles (AMHM), refirió que ese tipo de turismo es sensible a los cambios en la economía.

“Aún hay que tener en cuenta los aumentos en las tasas de interés ya que gran parte del turismo es financiado, además de que la inflación ha afectado a todos los insumos para alimentos y bebidas, así como el aumento en tarifas hoteleras”, agregó.

Las tarifas de hospedaje en los primeros dos meses de 2017 registraron un crecimiento de alrededor de 10 por ciento anual, según estimaciones de la AMHM, principalmente por una mayor demanda y la depreciación del peso frente al dólar.

Mauro Aguilar, habitante de la CDMX que con frecuencia visita Zamora, Michoacán, aseguró que al encarecimiento de los servicios se agrega la inseguridad en carreteras.

“Cuando quiero visitar a mi familia no me queda otra que ir ya por la autopista de cuota, en la libre me han tocado retenes no autorizados”, lamentó.

La más reciente Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del INEGI reveló que en diciembre de 2016 el 74.1 por ciento de la población se sentía insegura en el país, 6.4 puntos porcentuales más en relación a un año antes.

Cuando Aguilar viaja a Zamora por la autopista de cuota debe de pagar en combustible y casetas mil 68 pesos, 53 por ciento más que si se fuera por el camino libre de peaje.

El problema de la inseguridad y el encarecimiento también afectan las tendencias de viajes, aseguró Miguel González, catedrático de la Facultad de Economía de la UNAM.

“Ante la inseguridad y los incrementos en costos de transportación, los turistas a veces no cancelan viajes, sino que ajustan sus rutas y sus días de entretenimiento. En lugar de ir a Acapulco un fin de semana van a Huatulco o Zihuatanejo, viajan más a pueblos mágicos cercanos a la Ciudad de México”, expuso.

De acuerdo con los especialistas, más de dos terceras partes de los viajes que se realizan en México son regionales o no tiene un destino más allá de 8 horas.

Ante el encarecimiento de las casetas y gasolinas, viajar por automóvil puede costar el doble respecto a realizarlo por autobús.

Según un sondeo realizado por El Financiero con datos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y las líneas de autobuses, en promedio para una persona viajar por coche de la CDMX a 13 diferentes destinos implica un desembolso de mil 268 pesos, 102 por ciento más que hacerlo por autobús a las mismas rutas.

“Cuando aumenta el costo de transportación se tienen que sacrificar gastos de consumo y hospedaje porque el 25 por ciento de costos en los viajes de turismo corresponden al pago de transporte”, señaló Rafael García, presidente de la AMHM.

Por otro lado, está el programa “Viajemos Todos por México”, el cual ha impulsado a los hoteleros y líneas de autobús a bajar tarifas en temporada baja.

“Esto y el encarecimiento del dólar, que inhibe a los mexicanos a salir del país y hacerlo mejor al interior de la República Mexicana, puede compensar la afectación que se espera en el turismo masivo”, añadió García.

Fuente: El Financiero 

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