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Capital humano y pandemia

México y el mundo se enfrentan a una reinvención de estrategias en el ámbito laboral, de salud, económico y social, que impacta notablemente en un aumento de la pobreza. De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en América Latina aumentará a 230 millones el número de pobres, mientras que 96 millones de personas se encontrarán en pobreza extrema.

No obstante el panorama negativo, es importante destacar el esfuerzo que están realizando algunos empresarios por mantener a su capital humano como su mayor ventaja competitiva. Así como el ímpetu de los colaboradores para que las organizaciones sigan funcionando no obstante a la menor presencia laboral que vemos al día de hoy en sus lugares físicos de trabajo, las condiciones que amenazan la salud de los empleados, o bien el hecho de incorporar nuevas tecnologías y procesos que anteriormente solo eran utilizados por los grandes corporativos.

La mayoría de las empresas se encuentran con notables perdidas, con elevados gastos; adquiriendo insumos no vistos con anterioridad, habrá que analizar cuáles de ellas se han preocupado realmente por evitar el contagio entre sus empleados, quienes han cumplido con las normas establecidas por el gobierno, o bien, cuales no han llevado a cabo las indicaciones arriesgándose a un contagio, permitiendo la asistencia de personal vulnerable a la oficina, personal que se traslada en grandes ciudades en transporte público, revisando como han trasladado los costos de nuevos productos para protección de la salud a sus colaboradores.

La repercusión en la economía familiar se ve claramente reflejada en la pérdida de empleos que según las cifras, en México se estima que hasta julio de este año, 925 mil personas se quedaron sin una fuente de trabajo. La pérdida no termina ahí, también está afectando en la disminución temporal de sueldos, reducción en las prestaciones superiores a lo establecido por ley que anteriormente marcaba la pauta de las empresas que ofrecían mejores prestaciones o beneficios a sus empleados.

Hay que agradecer en estos tiempos el tener un empleo formal o bien remunerado, pero no será suficiente para enfrentar la crisis sanitaria y económica que trajo consigo la pandemia. El capital humano tendrá que ir en la búsqueda de mejores oportunidades acompañado de una mejor preparación profesional. Existe un gran reto frente a nosotros.

A continuación enuncio tres puntos claves que para desempeñar las fortalezas:

1. Atreverse a proponer ideas, proyectos dentro de una organización ya establecida que permita generar negocios, a su vez aumentando ingresos y cuidando los que ya se tienen. Aunado a ello, se recomienda emprender en otras áreas o estar destinado a depender de una empresa.

2. Diversificar las fuentes de ingresos, generando una remuneración adicional, entre las opciones a considerar se encuentra, por ejemplo, continuar estudios inconclusos, tales como una Licenciatura o implementar un plan de vida mayor, como lo es un Diplomado, Cursos de idiomas, Maestría o un Doctorado, que a futuro traerá mayores oportunidades para desempeñarse en otras áreas. Inmerso en este punto está un trabajo por cuenta propia, atendiendo necesidades de empresas o gobierno a través de cursos que ellos requieren y que con la preparación adecuada se puede iniciar, no en todos los casos será la opción un gran negocio con inversiones enormes pero si identificar que aportes requiere la sociedad con la experiencia, habilidades o aprendizajes profesionales adquiridos que a su vez nos garantice una remuneración.

3. El objetivo de muchos es iniciar un negocio, a pesar de la pandemia muchas ideas se llevarán a cabo, otras se han venido abajo, han cerrado un sinnúmero de empresas pero con ello también llegan nuevas oportunidades, aprovechemos la tecnología, hagamos uso de las redes sociales para promover otro prototipo de negocios, innovemos, trabajemos arduamente en estar al día, informándonos de lo que está sucediendo con los grandes empresarios que llegaron con la pandemia, tal vez ello nos inspire a generar más de un negocio, porque uno ya tampoco será suficiente.

Antes del 2020 ya era necesario para las economías de América Latina buscar alternativas, ahora se retoma con gran auge ofrecer a los empleadores mayores cualidades, mejor preparación, desarrollar nuestro talento, invertir en adquirir aquellas características que requerimos, la incertidumbre económica ya lo exigía, la pandemia nos dejó ver la vulnerabilidad de la Región y la oportunidad de valorar el tiempo que destinamos para emplearnos, para crear nuestras propias fuentes de ingreso, optimicemos nuestros recursos, tal cual como lo están haciendo los empresarios.

Verónica Lemus Romero
Gerente de Proyectos Especiales
Multitransportes Internacionales
vlemus@mtinter.com.mx

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