Page 4 - Revista CANACO No 2

BUCARELI, UN VIRREY, UN PASEO nunca del corazón de los mexicanos, y cuya administración
• Alberto Barranco Chavarría •
Embajador de México ante la Santa Sede y Cronista de la Ciudad de México
V ivo aún el olor punzante del aceite de la el Arzobispo, los pajes, los monjes, los lacayos y hasta los
Agotada la esperanza, el pequeño ejército: la Virreina,
unción; fresco todavía el eco quebrado del
guardias de corpus, se volvió uno en el esfuerzo de cubrir
“Ego te absolbum”, y el lejano Miserere, al
choque violento de las rodillas desnudas
la última alternativa testamentada por el moribundo:
de los franciscanos de Propaganda
Fide sobre las baldosas del atrio de la acostarse sobre un petate, a la manera del más humilde
fraile...mientras se encendían los cirios.
Catedral, media docena de lacayos esmeraban, solemnes,
pálidos, enfermos, el patético rito: las galas más ricas “Ya no era Bucareli -agrega Valle-Arizpe -cosa de este
de Su Excelencia; la botonadura y las hebillas de oro; el mundo-, su vida pendía, frágil y leve, de un delgado hilo
sombrero de la pluma de quetzal; el bastón más barroco... próximo a romperse; el espíritu estaba desprendido de toda
cosa terrena y andaba llamando en las moradas eternas”.
El cuadragésimo sexto Virrey de la Nueva España,
“Padre del Pueblo”, y Bailío de la Orden de San Juan, Frey - del Ejido y al fin Avenida Juárez), hasta la garita de Belén
Antonio María de Bucareli y Ursúa agonizaba al fragor de La decisión final del gobernante sevillano a quien la
la tos espesa, las flemas, la sofocación, la huída de resuello Audiencia Real le otorgara el nombramiento de “Padre del
por un violento ataque de pleuresía...al ocaso justo del Pueblo”, fue ser sepultado en la Colegiata de Guadalupe,
nueve de abril de 1779, Miércoles Santo. a los pies del cerro del Tepeyac, “escogiendo por lugar
de mi entierro el más inmediato a la puerta, por donde
Sitiada de gritos, carreras, sangrías, ungüentos, emplastos, acostumbraba yo entrar a rezar y a encomendarme a la
jaculatorias, confesores, notarios, rosarios, Cristos y lágrimas sagrada imagen que he venerado y venero...”
atoradas, la alcoba real simulaba el centro de la kermés...que
nacía tras la ventana de recogidos cortinajes. El cortejo, de acuerdo a los albaceas testamentarios José
Martín Chávez y Joaquín Dongo -aquel que fuera asesinado
“Mucha cantidad de pueblo -señala Artemio de Valle- cruelmente a la par de 11 personas más entre criados y
Arizpe en su obra ‘Virreyes y Virreinas de la Nueva España’- familiares, por unos ladrones apellidados Blanco, Aldama y
había frente al Real Palacio y también se aglomeraba una Quintero, la noche del 23 de octubre de 1789, llevándose de la
curiosa multitud en su vasto patio principal. Entraban y casona marcada con el número 13 de la calle de Cordobanes,
salían magnates, lujosos señores de la nobleza, gente de traza hoy Donceles, cuya pared sur hacía frontera al convento de la
adinerada, canónigos, clérigos, frailes numerosos, temibles Enseñanza, justo frente al Colegio de Cristo, 22 talegas de mil
señores de la Inquisición. Las miradas se clavaban con avidez pesos- debía partir del Real Palacio, y seguir por las calles de
en todos ellos y las bocas iban diciendo sus nombres, ya con El Reloj (Argentina), Cordobanes, Santo Domingo (Brasil),
respeto, ya con admiración. Llegó el Arzobispo y su entonada Empedradillo (Monte de Piedad) y Plateros (Madero), hasta
presencia intensificó el silencio de aquella muchedumbre. topar al convento de San Francisco.
Pasó Su Ilustrísima Don Alonso Núñez de Haro y Peralta, con
su amplio ropón violeta, su sombrero de copa baja rodeada Del lugar exacto donde quedó el cuerpo del Excelentísimo
de calabrote verde y oro...de cuando en vez iba alzando su Señor Frey Antonio María de Bucareli y Ursúa, Henestrosa,
mano, leve y blanca, para bendecir, y fulgía esplendorosa la Laso de la Vega, Villacia y Córdoba, caballero Gran Cruz,
amatista episcopal en cerco de diamantes... comendador de la Tocina en la orden de Malta y gentil
hombre de Cámara de Su Majestad, hablaba una laude de
“El Virrey estaba muriéndose. Cualquier cosa que bronce calificado por Jesús Galindo y Villa como el ejemplar
GRANDES PLUMAS con avidez el gentío, se iba transmitiendo con ansiedad, de largo y 80 centímetros de ancho, coronado por el escudo
decían los señores que iban y venían la tomaba a su paso
más hermoso en su género, con dos metros 85 centímetros
y luego quedábase en mutismo, esperando con paciente
de armas del Virrey; “Aquí yace aquel héroe inmortal, tan
amante como amado del pueblo, cuya memoria vivirá
quietud otras noticias...”
indeleble en los corazones mexicanos por el paternal amor
Cerrado, finalmente, el penoso capítulo de vestir de
fiesta a Su Excelencia, quedaba aún el trago más amargo: con que los abrigó, por la rectitud con que gobernó, político;
por el valor con que triunfó, militar; por las virtudes que
Colocarlo de rodillas, al rigor de su última voluntad, para ejercitó, cristiano, en las paredes de este santuario”.
aguardar la dolorosa señal del repique a duelo...Sólo que el
4 señor virrey no podía permanecer derecho, al fragor de la “El señor Bucareli -escribiría Vicente Riva Palacio-, es
urgencia de robar la última bocanada del aire espeso... uno de aquellos hombres cuya memoria no debe borrarse
de sustituirlo con una colosal estatua de Benito Juárez, para
En este caso el conjunto fue destruido con el pretexto
es un palpable ejemplo de lo que podría ser este suelo,
cuando un hombre virtuoso y entendido se proponga con cuyo concurso se realizó una gran colecta nacional... que
tenacidad desarrollar sus elementos de riqueza”. engordó los bolsillos de un grupo de vivales.
por la Nueva España, cerrado el capítulo con los clavos de mil 174 árboles estaba en tan malas condiciones, “que
De acuerdo a Manuel Rivera Cambas, en 1880 el camino
Ocho años después de la llegada del Virrey más querido
del ataúd, el recuento era impresionante: la inauguración los dos frentes que le adornan están sin agua por faltarles
probablemente las cañerías, y han sufrido mucho los
del Monte de Piedad en la casa de San Pedro y San Pablo;
la remodelación de los edificios de la Casa de Moneda,
adornos, las bancas de las lunetas necesitan reparación
derrumbados los asientos; han caído también por la incuria
antiguo Colegio de San Andrés; el Hospicio de los Pobres,
Aduana y Acordada; la fundación del Hospital Militar en el porque la cantería está muy ensalitrada, y en consecuencia
muchos árboles, y el piso se halla en muy mal estado”.
la Casa de Cuna; el nuevo edificio del Hospital de San
Hipólito para enfermos mentales...y el Paseo de Bucareli.
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- A lo largo y ancho del Paseo Nuevo o de Bucareli se
Bordeada de cuatro hileras de árboles, ya fresnos, apostó el 29 de octubre de 1810 el grueso del ejército realista,
álamos o sauces, la vía de media legua partía de los ejidos en la tensa espera del resultado de la batalla del Monte de las
de la Acordada, cuyo eje era la calle del Calvario (luego Cruces, a cuyo final los jefes insurgentes Hidalgo, Allende
y Aldama, pudieron contemplar largamente la metrópoli a
o Belem, prolongándose años después, bajo el nombre de sus pies...sin atreverse a mancillar.
Paseo Asanza o de la Piedad, hasta el río de este nombre...
es decir el Viaducto. Más allá de los fusiles, más allá de los sables, más allá de
los cañones y culebrinas, los soldados del virrey Venegas
De lo ancho del camino -cuyo límite poniente alcanzaría contaban con una inesperada arma: la imagen de la Virgen
hoy la calle de Abraham González-, hablaban sus tres calles: de los Remedios, la “Conquistadora”, a la que enfrentarían
la del centro para jinetes y carretas, y las otras para peatones. al pendón de la Virgen de Guadalupe exhibido por el
caudillo de la causa rebelde.
El caso fue que al amanecer del siglo XX algún gobernante
corrupto decidió hacer una curiosa donación de tierras a La figura había pernoctado en la iglesia de la Santa
dos de sus compadres, a costillas del Paseo inaugurado por Veracruz de la hoy Avenida Hidalgo, para alcanzar en solemne
el Virrey Bucareli. El pretexto era integrarlo a la calle de procesión el altar mayor de la Catedral en la madrugada, y de
Rosales...y formar la colonia de Tecoac. ahí colocarse en la retaguardia de la expectante tropa...
Lo cierto es que, cercada la nueva propiedad, las casas A lo largo y ancho del Paseo Nuevo o de Bucareli se
colindantes se quedaron sin opción de salida...pagando metió, triunfante, el 27 de septiembre de 1821, el Ejército
finalmente a sus dueños precio de oro por los terrenos Trigarante al mando de Agustín de Iturbide. A lo largo y
concesionados en el papel a los supuestos urbanistas. ancho del Paseo de Bucareli cruzó, victorioso también,
el tres de abril de 1856, el ejército del general Ignacio
Pero esa es otra historia... Comonfort, a su regreso de la campaña de Puebla...
El Paseo Nuevo de Bucareli tenía como puntas una
bellísima fuente conocida como de La Victoria, por más que A lo largo y ancho del Paseo Nuevo de Bucareli cruzaría
en realidad estaba dedicada al primer presidente de México, el 15 de julio de 1867, derrotado definitivamente el efímero
Guadalupe Victoria, que sería destruida en 1852 para colocar imperio de Maximiliano, la comitiva del presidente Benito
en su espacio la estatua ecuestre del mediocre rey de España Juárez, con el general Díaz al frente...
Carlos IV, conocida como “El Caballito”, y la garita de Belén o
Belén, “con unas puertas muy fuertes de cedro -describe Juan ordenaría el 16 de septiembre de 1856 el presidente
...y a lo largo y ancho del Paseo Nuevo de Bucareli,
de México’-, pintadas de verde y abisagradas de hierro, con Comonfort el más colosal banquete popular del siglo GRANDES PLUMAS
de Viera en su ‘Breve y compendiosa narración de la ciudad
dos varillas cada hoja en forma de tijeras, para impedir el que
XIX, cuya mesa principal medía 500 varas, y estaba
adornada por un toro asado al centro, escoltado por
puedan aflojarse por la humedad de las aguas”.
jamones, dulces, pasteles, empanadas...
Al centro de la vía, justo donde se ubica hoy el reloj
chino, había otra fuente conocida como del Paseo Nuevo, grandes cazuelas de mole de guajolote, pollos asados,
...al margen de los barriles de pulque curado y cerveza; los
en cuyo centro se erguía una pirámide de 16 varas de alto, vitroleros gigantes de agua de chía y de horchata...y las cajas
que se remataba con el escudo de armas de la ciudad y un de coñac para los principales.
águila en la parte superior. Resguardaban al monumento El problema, ¡válgame Dios!, es que el calor terminó por 5
17 puntos o columnas con cadenas... descomponer al bovino...y no había un baño a media legua.